"No quiero molestar a nadie" es lo que se repite a si misma, donde sus palabras de dolor solo las oye el silencio y hacen eco en su corazón. Viendo de tal forma en cómo sus lágrimas empiezan a brotar de sus enormes ojos marrones, brillosos como la luz que cada noche de mi vida emite la Luna al desaparecer el Sol dejando el cielo como un manto azul con diminutos brillos por todos lados. Y su mirada con un rasgo exótico oriental que solo ella posee en su suave rostro. Tanta belleza en un solo cuerpo que ni el mismo espejo se resiste a reflejarla. Sin embargo, cada noche la veo y quiero tenerla a mi lado porque la felicidad la abandona en un rincón oscuro donde solo la soledad la rodea y no puede salir cuando nadie está cerca de ella. Escucho sus llantos y muero por no poder hacer nada por ella, quiero tocarla, abrazarla y decirle que todo está bien pero su propio miedo la atrapa y no la suelta, no permite que me acerque hacia donde se encuentra su pequeño y frágil cuerpo que segundo a segundo se va destruyendo.
"Chibi" es lo que sale de mi boca gritando tan fuerte como puedo, pero es en vano, no puede oírme por más que intento cada vez más y más fuerte, ni el eco de mi voz puede sentir... es muy triste verla así. ¿Cómo es posible que una sonrisa tan grande y esplendorosa que solo ella sabe transmitir por las noches se convierta en prisionera de la soledad?.
Pero seguiré luchando por ella, hasta rescatarla y sea feliz... por toda la eternidad...
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