miércoles, 28 de abril de 2010
... y se fue.
viernes, 16 de abril de 2010
Tu amor quiero sentir
miércoles, 14 de abril de 2010
La danza
martes, 13 de abril de 2010
Adios
lunes, 12 de abril de 2010
El tiempo
He dejado el tiempo pasar sin darme cuenta que los días avanzaron y aquí estoy, escribiendo nuevamente, escuchando cómo el sonido del teclado se mueve rápidamente al compás de los segundos. Sentada, frente a una pantalla de luz que muestra aquello que estoy expresando.
Vida mia, ¿cuándo te he abandonado?... dime que sin ti no sabría cómo avanzar... todo sigue su recorrido y yo me detengo en el mio...
Todavía no vi la cara a la muerte, pero le he visto la espalda varias veces y no solitariamente... sino acompañada, por un amor que cada vez más se desvanece y solo el recuerdo queda. Dejándome sin una sonrisa, sin una expresión de paz... solo de tristeza y con lágrimas que caen sin parar, como la lluvia en días tormentosos...
Pero, esos días se vuelven soleados, y la alegría vuelve hacia mi... sin llamarla, sin repetir su nombre, aparece dándome su mano y yo agarrando la suya, juntas de la mano recorriendo un mundo que se repite al seguir, sin embargo, esas pequeñas manchas blancas y negras que vemos en el camino, hacen que todo cambie al pasar.
No te abandonaré y no me abandones, sin ti no habría felicidad en mi corazón... yo seguiré avanzando, por eso, solo te pido que ... no me sueltes...
domingo, 11 de abril de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
Sin respuestas
jueves, 8 de abril de 2010
Oh, I love you ... maybe?
Sangre que corre al pisar y llanto que brota al gritar.
Sin embargo, eso no está en mi. Porque no estoy interesada en encontrarlo...
martes, 6 de abril de 2010
Rte.:
soy tu deseo por las noches
soy quien tu codicias cada minuto de tu vida
soy quien se llevará tu destino
y te dará uno nuevo.
Toma mi mano, y te llevaré al paraíso...
with love,
"Death"
domingo, 4 de abril de 2010
Infierno y Paraíso
sábado, 3 de abril de 2010
Mi deseo, mi perdición
Son las resplandecientes, frescas y gloriosas mañanas las que me permiten poder acercarme hacia ti, extendiendo mi mano para poder acariciarte con mis dedos tu hermoso y bello rostro que me ilumina cada día que va transcurriendo limitadamente en mi vida y no puedo detener por más que lucho contra ello. Aquellos brillantes y grandes ojos poseedores de una mirada tan profunda que ni el más egoísta que pudiese existir sobre la faz de esta Tierra tan grande pero pequeña a la vez entre los demás planetas de esta galaxia y el universo infinito que no tiene límite o el cual hombre todavía no lo ha descubierto, pudiese resistirse ante deslumbrantes ojos, esos exquisitos labios rojos carmesí tuyos y la calidez de tus suaves y cálidas manos que solo he conocido en tu exuberante cuerpo.
Sabrosa como un manjar y exquisita como la dulce miel de un panal. Desearía poder admirarte cada segundo que transcurre por dicho mundo, solo para contemplar tus preciosos rasgos y perfectas curvas que deseo y no puedo dejar de querer tenerte solo para mí. Ser uno contigo y llevarte a la perdición al compás de mis movimientos, llenándote cada vez más de placer al ritmo de la melodía de las olas del mar que sueles contemplar. Frotando suave y fuertemente nuestros cuerpos acalorados llenos de pasión y deseo, envolviéndonos más y más, anhelando el deseo de querer explorarnos el uno al otro por dentro cada vez más y más. Escuchando tus gemidos como una bella canción que solo tu voz puede cantar y envuelve mis oídos con tu provocadora voz.
Sin embargo, el día es engañoso y se vuelve oscuro, alejándome de ti poder sin tener razón alguna, siendo cada vez más difícil de poder hallarte y poder, principalmente, tocarte. Que seas mía es todo lo que deseo y nada más… en este sombrío lugar al que todos llamamos planeta Tierra.
Cierro mis ojos y trato de visualizarte, pero es imposible, la misteriosa noche me muestra tan solo una pequeña luz muy tenue que ilumina el agraciado campo en el que tú sueles encontrarte en pleno auge del amanecer.
Me da miedo, mucho miedo, no puedo soportar la idea que no seas mía por las noches, que te alejes y no me veas. Buscarte y no encontrarte. Mi corazón empieza a latir muy fuerte y cada vez más rápido, enloqueciendo por no poder ubicarte mientras voy atravesando muros invisibles que marcan un camino muy fino, como si fuese un hilo de coser, de sangre roja y pura como lo son tus labios carmesí, por las espinas que voy pisando al correr por dicho terreno en el que puedo ver tus huellas pero no a ti, con tu perfecta figura día a día. Y entonces dejo de buscarte por el camino que recorro sin ninguna respuesta sobre ti, me detengo, escucho mi corazón despedazarse como cada noche que pasa y mis pies dejan de reaccionar. Elevando mi mirada hacia el cielo por unos segundos, viendo las estrellas iluminar aquel panel negro convirtiéndolo en un azul sedante, mientras mis lágrimas que brotan de mis ojos sin poder controlarlos, caen y bañan el recuerdo de saber que solo te veré por la mañana sin importar cuánto más yo intente poder estar contigo en este preciso momento. Y grito, lo más fuerte que puedo desde lo más profundo de mi garganta para que solo tú puedas oírme, llamándote por tu dulce nombre pero es en vano, el silencio de la infinita oscuridad que solo existe en las noches no deja penetrar el sonido que emito con cada movimiento de vibración de mis cuerdas vocales. Pero descansaré, como cada anochecer por el que trato de sobrevivir para que solo pueda verte nuevamente, al amanecer.